
A través de la ciencia aplicada y transferencia de tecnología el centro apunta a dar una solución ambiental y económica a la extracción de moluscos en la zona.
Convertir el residuo de moluesto en carbonato de calcio es el objetivo de un proyecto que busca beneficiar a 3 mil habitantes de la comuna de Arauco. Se trata de una iniciativa liderada por el Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (Cipa), la cual plantea transformar estos residuos para convertirlos en un producto comercial que puede ser utilizado en alimentación animal, agricultura, industria química, entre otros.
Para esto, durante el mes de septiembre de este año, se constituyó la cooperativa de pescadores artesanales y cocedores de navajuelas, quienes se encargan de producir esto.
«Nuestro proyecto asociado a la línea de investigación de Valorización Tecnológica de Residuos de Cipa pretende transformar y revalorizar este residuo y que los miembros de la cooperativa diversifiquen su negocio. Además, buscamos implementar tecnologías de fácil adaptación para transformar las conchas de navajuelas en carbonato de calcio para uso industrial», sostuvo Ervin Acuña, gestor tecnológico de Cipa.
El proyecto contempla una inversión de $150 millones, aportados por el Gobierno Regional, y apunta a potenciar la economía local, así como también a disminuir el impacto ambiental en la actividad de los mariscadores y pescadores de la zona.
La planta piloto que Cipa implementará por medio de la ejecución del proyecto alcanza una capacidad de producción de 350 kilos de carbonato de calcio por hora. «Con esto podemos mejorar las condiciones ambientales de la zona y también favorecer por ejemplo la actividad turística, al disminuir la alta contaminación que estábamos alcanzando y a su vez poder darle un valor a ese desecho», dijo Rodrigo Mansilla, presidente de la cooperativa Caltubul.